
A lo largo de mi vida pasó por diferentes experiencias sensoriales ligadas a algún tipo de contemplación de obras creadas por seres humanos.
Cuando tenía diecisiete años, vi en televisión la película de Visconti "Muerte en Venecia", y en aquel momento quedé tan impresionado por la belleza de sus imágenes y por la música de Mahler que apenas podía levantarme de la butaca. Reconozco que hoy me parece casi insoportable, cursi y muy anticuada.
Algo parecido me ocurrió con "Fanny y Alexander" de Bergman, que también vi en mi juventud, y recuerdo mi asombro ante lo que me pareció, y me sigue pareciendo hoy, una obra maestra.
Siguió la vista de París, la primera vez que fui, escuchando la Pasión de San Mateo de Bach en el Palau de la Música de Barcelona, mi ciudad, Edimburgo de noche. Hace poco me impresionó leer "Madrid", de Andrés Trapiello, una carta de amor magníficamente escrita y documentada de casi seiscientas páginas a esa ciudad. Ya Warhol, Modigliani, Pollok y Picasso.
Pararme frente al cuadro de una lata de sopa Campbell's en el museo de arte moderno de Zúrich me produjo una fuerte sacudida, me conmovió.
¿Por qué una lata de sopa? Nueva York, la energía frenética, el jazz, la exaltación de lo cotidiano, el ritmo de sus habitantes, los contrastes, las relaciones humanas,...
Soy un escaso lector de ficción, pero un asiduo lector de ensayos, crónicas, biografías y conocimientos en general, y un contemplador de museos, exposiciones, libros y documentales de arte, principalmente del siglo XX y del presente.
Cualquiera que me sepa sabrá que mi carácter se mueve entre lo flemático y lo coloquial, pero por lo que muestro interés es porque realmente lo tengo. Estoy muy alejado, y no sólo por edad, de lo que podría desear un tipo "cool" o moderno.
El caso es que, por la misma razón que llevo años escribiendo -como dice un buen amigo madrileño, "en España hay más escritores que lectores"-, llevo más o menos el mismo número de años intentando crear algún tipo de arte, concretamente a a través de la fotografía.
Hice tres exposiciones y dos de mis obras aparecieron en un periódico nacional y otras en revistas digitales de arte, a pesar de presumir de perseverancia, estuve tentada de abandonar, hasta que llegó el que ahora es mi pareja, Polo, y hoy, y desde 2020, tenemos este proyecto artístico.
Fotografía y pintura en acrílico, ensambladas mediante técnicas digitales, con motivos irónicos, estéticos y con predominio de la ambigüedad.
Hago un punto y aparte para tratar este concepto: la ambigüedad.
No puedo entender el arte como algo obvio, ni que su creador se lo "explique" todo a quien lo contempla.
- Otro punto y aparte.... En una ocasión, éramos un grupo de personas de diferentes edades, reunidos para practicar francés, y estábamos hablando de la belleza humana, y uno de los asistentes dijo que no podía distinguir entre un hombre atractivo y otro que no lo era, a lo que yo respondí "si Brad Pitt -el joven- entra ahora por esta puerta, quedará sin aliento, y no podrá verlo, y no porque sea un actor conocido, sino porque el arquetipo físico que representa es tan poderoso que sacude tu inconsciente hasta dejarte sin hablar, y no porque despierte ningún interés sexual en ti, sino porque es extraordinariamente bello, y lo mismo le ocurriría a una mujer con otra mujer de tal magnitud"-.
Y uno de los aspectos que distinguen a un ser evolucionado de otro que está escalones por debajo es la posibilidad de percibir la belleza y querer, amar, amar entrañablemente, sin necesidad de pasar por ningún tipo de deseo, a una persona de su mismo sexo .
Es un tema en el que insisto mucho porque reivindica la estética y el afecto como valores no sexualizados. De hecho, siempre me consideró más un conservador estético que un moral conservador, aunque a menudo vayan juntos.
Volvamos a la ambigüedad, la mayoría de las obras que pueden ver en esta galería necesitan ser interpretadas por el espectador.
No son un jeroglífico sino que pueden "leerse" desde diferentes perspectivas y cada uno desde lo que desea, desde sus prejuicios, emociones o razones.
Y, evidentemente, a nivel estético se verá de una forma u otra, según el gusto del espectador.
La cuestión es que todas ellas tienen una base crítica desde una perspectiva social y son claramente ambiguas, o al menos ésa era nuestra intención.
Literatura, arte,.... Es cuestión de dedicar tiempo, perseverancia y un cierto grado de pasión, nada más. Y luego los resultados son los que son.
D.Ruíz
Barcelona (E), 2022